Según un estudio de la Universidad EAE Business School en España se generan 443 kilos de residuos per cápita al año. Si afinamos más los datos, nos encontramos con que los residuos orgánicos suponen el 37% de los residuos que generamos en total, según informaciones de Ecoembes.

Analizando los datos en la comunidad de Castilla y León, en 2018 –últimos datos publicados de los que se tiene registro– se recogieron un total de 28.214 toneladas correspondientes a la recogida selectiva fracción orgánica (FORS).

Teniendo estos datos en cuenta, donde se observa que los restos orgánicos representan una gran parte de los residuos que se generan, ¿cómo de importante es separar correctamente la fracción orgánica en nuestros hogares?

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Europa, cada vez más exigente con los residuos orgánicos

Si tenemos en cuenta el paquete legislativo sobre economía circular, la Eurocámara fijó una serie de objetivos jurídicamente vinculantes sobre residuos municipales para todos los Estados miembros. Entre esas medidas se incluía una tasa de reciclado de al menos un 55% para 2025, lograr un 60% en 2030 y un 65% en 2035.

Como ves, no hay tiempo que perder en la lucha por la separación y correcta recuperación de biorresiduos.

Lucha contra la contaminación y el cambio climático

Los objetivos de reciclado que marca Europa a los estados miembros no son el único motivo por el que se debe tratar adecuadamente la fracción orgánica.

Cuando los restos orgánicos no se separan en origen, es decir, en nuestras casas, restaurantes, etc., suelen ir a parar a vertederos. En estos espacios, los residuos orgánicos se descomponen y producen diferentes tipos de gases muy nocivos para el planeta como son el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4), conocidos como gases de efecto invernadero y, como sabes, muy implicados en la contaminación de la atmósfera y el cambio climático.

Pero es que este no es el único problema de llevar los residuos orgánicos a los vertederos. Una vez que estos deshechos se empiezan a descomponer, en poco tiempo producen lixiviados (pérdida de líquido de estos residuos), por lo que se se filtran al suelo pudiendo contaminar suelos y aguas subterráneas que, en muchos casos, se utilizan para el consumo humano o de riego de campos.

Compost, un recurso muy valioso para la naturaleza y la fracción orgánica

El compost es un abono orgánico generado a partir de la transformación de los biorresiduos, que son residuos orgánicos biodegradables de origen vegetal y/o animal, susceptibles de degradarse biológicamente. Son biorresiduos, por ejemplo, los restos de comida o la poda del jardín.

¿Por qué se considera un recurso muy valioso? El poder que tiene este abono a la hora de reducir los residuos que producimos es enorme: no solo disminuye la cantidad de basura generada, sino que también contribuye a devolver al suelo los nutrientes necesarios para que nazcan y crezcan plantas, frutas y verduras.

No cabe duda de que producir abono orgánico tiene numerosas ventajas para nuestro planeta, como por ejemplo:

  • Reduces tus residuos en casa.
  • Fabricas tu propio compost, por lo que tus terrenos se volverán más fértiles.
  • Reduces el uso de fertilizantes químicos.
  • Ahorras agua, ya que el abono natural favorece la retención de agua a disposición de las plantas.
  • Se enriquece el suelo, devolviéndole nutrientes muy valiosos.
  • Se disminuye la emisión de gases de efecto invernadero de los vertederos e incineradoras.
  • Conviertes un residuo (los restos orgánicos producidos en casa) en un recurso (abono natural de calidad).

Separar nuestros biorresiduos en el contenedor de fracción orgánica es un acto sencillo y que beneficia a toda la sociedad en su conjunto de manera directa. El simple gesto de tirar la cáscara de un plátano y la cáscara de un huevo al cubo marrón puede tener un impacto positivo mucho más grande de lo que puedas imaginar. Eso sí, recuerda que en Valladolid debes depositar tu bolsa con restos orgánicos en una franja horaria muy concreta: entre las 20:00 y las 23:00 horas de cada día.

Y tú, ¿aún no separas la fracción orgánica?