Estar en contacto con la naturaleza puede ayudarnos a sentirnos mejor en múltiples aspectos, desde el refuerzo de nuestro sistema inmunológico, a la reducción del estrés o el fomento de la creatividad. Sin embargo, dependiendo del entorno en el que vivamos, no siempre resulta sencillo pasar tiempo en la naturaleza. Así que en ocasiones tenemos que ponernos “creativos” para encontrar el modo de entrar en contacto con ella, y una de esas opciones puede ser crear un huerto urbano.

De hecho, un huerto urbano es una magnífica forma de pasar tiempo en la naturaleza a diario, y puede aportarnos múltiples beneficios… ¡y en este artículo te los vamos a contar todos!

¿Qué es un huerto urbano y cuáles son sus beneficios?

Puede que al hablar de “huerto urbano” pienses en un espacio enorme, pero no tiene por qué ser así. Este término simplemente hace referencia a un espacio verde en medio de la ciudad. De hecho, sus dimensiones pueden ser de lo más variadas: desde un huerto comunitario, en el que los ciudadanos se reúnen para cultivar alimentos o flores, a unas cuantas plantas en nuestro balcón. Porque lo relevante de los huertos urbanos no es su forma o su tamaño, sino el poder que tienen para transformar el paisaje de una ciudad.

Además de su indudable valor estético, alegrando y embelleciendo los paisajes de asfalto y cemento de las ciudades, los huertos urbanos aportan una serie de importantes beneficios:

  • Ayudan a limpiar el aire absorbiendo dióxido de carbono y liberando oxígeno.
  • Refrescan el aire circundante, lo que puede ser especialmente valioso cuando hace calor.
  • Dan cobijo a la fauna, desde abejas y mariposas hasta pájaros y murciélagos.
  • Además, existe un componente social muy importante en torno a ellos: los huertos urbanos unen a la gente. En una ciudad acelerada, sin tiempo para detenernos en cosas que no son “urgentes”, pueden ofrecernos un oasis de calma. Nos dan la oportunidad de conectar con la naturaleza y con nuestros vecinos. Y nos recuerdan que en los lugares más insospechados también podemos crear espacios de belleza y crecimiento.

Tipos de huertos urbanos

Existen casi tantos tipos de huertos urbanos como de personas. Hay quien elige cuidar sus plantas en sus terrazas o patios, porque prefieren que su actividad sea más introspectiva o no tener que desplazarse. Algunas personas prefieren los huertos comunitarios, donde pueden socializar, compartir recursos y aprender unos de otros. O incluso hay quienes optan por camas elevadas, que son más fáciles de mantener y se adaptan a cualquier clima.

En cualquier caso, sea cual sea el tipo de jardín que elijas, los beneficios son claros: aire fresco, vegetación exuberante y una conexión con la naturaleza en medio de la ciudad.

Por eso, como decíamos previamente, la tipología y el tamaño de tu huerto urbano son lo de menos. Lo importante es que prácticamente todos tenemos la posibilidad de crear o sumarnos a un huerto urbano, ya sea en nuestro balcón o en un espacio comunitario. Así que ponte en marcha hoy mismo y empieza a disfrutar de todos los beneficios que conlleva tener un espacio verde en pleno centro de la ciudad.

Cómo empezar un huerto urbano en casa

Los comienzos de un huerto urbano pueden ser complicados, especialmente si no estamos habituados a cuidar de plantas. Así que, por si acaso, vamos a dejarte cuatro consejos básicos para empezar:

  • En primer lugar, elige un lugar que reciba mucha luz solar, para que tus plantas crezcan sanas y fuertes. Si tienes un balcón o un pequeño patio, es ideal. Si no es así, puedes buscar un lugar soleado en un jardín comunitario.
  • En segundo lugar, consigue tierra para macetas de buena calidad. En cuanto al recipiente, ahí sí podemos ser más “descuidados”, y podemos utilizar desde macetas de plástico recicladas hasta zapatos viejos. Sólo tenemos que asegurarnos de que el material sea ligero y duradero, así como de que haya agujeros de drenaje en el fondo.
  • Una parte fundamental del trabajo que implique nuestro huerto urbano, así como de su crecimiento, será la elección de las plantas que van a integrarlo, y que debemos sopesar con cuidado. Algunas hortalizas, como los tomates, necesitan más espacio para crecer que otras. Además, es muy importante elegir variedades que se adapten bien al clima de nuestra ciudad.
  • Por último, ¡procura tener paciencia! Cultivar plantas requiere tiempo y esfuerzo, no es cosa de dos días. Pero como sucede con todo lo que implica ciertas dosis de tiempo y trabajo, sentirás que merece la pena cuando puedes disfrutar de los frutos (o verduras) de tu esfuerzo.

¿Cuáles son las mejores plantas para cultivar?

Cuando se trata de plantar un huerto urbano, las estaciones siempre juegan un papel importante. En primavera y verano puedes plantar hortalizas como tomates y pimientos, así como hierbas como la lavanda y el romero. Estas plantas adoran el sol, y además son ideales si cuentas con un espacio reducido.

En otoño e invierno es el momento de apostar por plantas resistentes, como la col rizada, las espinacas y las acelgas, que pueden soportar temperaturas más frías. Y no te olvides de añadir algunas hermosas flores a tu jardín, como las margaritas o los girasoles. Con un poco de creatividad y planificación, puedes crear un próspero huerto urbano que aporte tanto belleza como productos frescos a tu hogar.

En cuanto a los conocimientos necesarios para cuidar de un huerto urbano, no debes alarmarte: tanto si eres un jardinero experimentado como un principiante, hay muchas plantas que prosperan con facilidad en el entorno urbano.

Algunas de las plantas más elegidas para iniciar un huerto urbano son las de hoja verde (como la lechuga y la rúcula), y las hierbas como el cebollino, la menta y el orégano, por su facilidad de cuidados. Flores como las zinnias y las caléndulas también quedan muy bien en los jardines urbanos, ya que atraen a los polinizadores y añaden un toque de color a tu espacio.

Más que preocuparte por tu destreza como jardinero o jardinera, lo más importante es que cuando elijas las plantas para tu jardín urbano tengas en cuenta factores como las condiciones de iluminación, las necesidades de agua, el tipo de suelo, la calidad del abono o compost y los requisitos de espaciado de las plantas. Con una planificación cuidadosa y un cuidado regular, ya verás como tu huerto urbano comienza muy pronto a dar buenos frutos.