Todos (o casi todos) sabemos que el plástico resulta dañino para el medio ambiente, ya que es un contaminante no biodegradable que tarda siglos en descomponerse. Sin embargo, basta con que hagamos un sencillo ejercicio para darnos cuenta de la enorme cantidad de plástico que usamos (y tiramos) a diario: simplemente con que separemos el plástico que desechamos en una bolsa, verás lo poco que tardas en llenarla.

Pero si el plástico es nocivo y, sin embargo, su uso es tan frecuente, ¿qué podemos hacer al respecto? Una medida que podemos adoptar es reciclar los materiales plásticos en botellas y envases de PET.

El PET, o tereftalato de polietileno, es una resina polimérica ligera y de alta resistencia que puede reciclarse en nuevas botellas y envases de PET de calidad alimentaria. Y no sólo es bueno para el medio ambiente, sino que también ahorra energía y recursos. Así que si buscas una forma fácil de reducir tu huella de carbono, ¡empieza a reciclar el PET!

Para qué se utiliza el PET

Es probable que ahora mismo tengas unas cuantas botellas de agua o de refresco hechas de PET en tu cubo de reciclaje. Y aunque no conozcas los beneficios medioambientales de este plástico tan común, en realidad hay muchas cosas que te gustan de él y aún no conoces.

PET es un acrónimo de tereftalato de polietileno, un tipo de plástico que se utiliza habitualmente para fabricar botellas, por ejemplo. El PET es ligero y resistente a las roturas, por lo que requiere menos energía y recursos para su transporte que los plásticos más pesados, y resulta ideal para fabricar envases. Sin embargo, al contrario de lo que pudieras pensar, el PET no se emplea exclusivamente para hacer botellas: también puede utilizarse para fabricar ropa, alfombras e incluso productos electrónicos. Como ves, se trata de un material de lo más versátil.

Pero debes tener claro que no es oro todo lo que reluce, ya que, aunque es duradero y reciclable, el PET también puede ser una fuente de contaminación si no se elimina correctamente. Cuando se quema, el PET libera toxinas nocivas en el aire, y cuando acaba en los vertederos puede tardar siglos en descomponerse. Por eso es tan importante reciclar o eliminar correctamente los productos de PET.

¿Cómo se recicla este plástico?

Cuando se trata de reciclar, el PET es uno de los materiales más valiosos que existen, ya que puede reciclarse una y otra vez sin perder calidad. Por eso no valen las excusas: ¡trabajemos juntos en el reciclaje de PET para reducir los materiales nocivos presentes en el medio ambiente!

El proceso de reciclaje de PET es sencillo:

  • En primer lugar, se recogen las botellas y otros productos usados y se clasifican por colores.
  • A continuación, se cortan en trozos pequeños y se limpian para eliminar cualquier suciedad o impureza.
  • Una vez limpios, los trozos se funden y se convierten en gránulos grandes. Estos gránulos pueden utilizarse para crear nuevos productos, como alfombras, ropa o envases para alimentos.

Por lo tanto, la próxima vez que tengas en la mano una botella de refresco quizá la mires con otros ojos: en “otra vida” podría volver a ti como algo completamente diferente, pero igual de útil.

Beneficios de reciclar y reutilizar PET

El reciclaje y la reutilización de envases hechos con este tipo de plástico tienen muchas ventajas, siendo la principal la significativa reducción del plástico que acaba en los vertederos. Además, el PET es reciclable y reutilizable, por lo que resulta una opción más ecológica que otros tipos de plástico, y contribuye al ahorro de energía y a la conservación de recursos. Así que, como ves, reciclar y reutilizar el PET puede ayudar a reducir nuestro impacto en el planeta y mantenerlo sano para las generaciones futuras.

Ahora que sabes lo versátil y reciclable que es el PET, ya no tienes excusa para no reciclar todos tus envases de plástico. Es más, no tienes por qué limitarte a reciclarlo: ¡reutilízalo! Porque cada pequeño detalle cuenta cuando se trata de cuidar nuestro hogar.